Desde 2017 aumentaron en casi un 20% las peticiones de ayuda a la institución. Tanto el superintendente como expertos atribuyen el alza a mayor confianza de las personas.
Los casos de bullying se han hecho cada vez más comunes en los colegios: los alumnos comparten con facilidad videos de agresiones, o bien hacen comentarios en redes sociales denostando a un compañero. Y hechos como esos hacen parte de las denuncias que recibió la Superintendencia de Educación el año pasado. Según la entidad, durante 2018 conoció 15.017 reclamos, un 19% más que el año anterior (12.672).
‘Hoy la comunidad educativa se está atreviendo a llevar estos temas a la superintendencia, y está siendo más visible’, explica el encargado de la entidad, Sebastián Izquierdo.
Esta visión es compartida por el académico Gonzalo Muñoz, de la Facultad de Educación de la U. Diego Portales: ‘No necesariamente los datos marcan una tendencia, pero creo que los actores (de la comunidad educativa) han ido adquiriendo más conciencia de sus derechos’.
Maltrato
Casi la mitad de los reclamos (48%) que recibió la superintendencia fueron por maltrato físico o psicológico a estudiantes, ya sea por parte de sus pares o adultos. Estas 7.263 denuncias representan un aumento de 28% con relación a 2017, año en que también fue la mayor causa de los requerimientos.
El director de Acción Educar, Daniel Rodríguez, dice que ‘este año la discusión de Aula Segura y el asunto de la convivencia escolar en torno al bullying se han ido estableciendo como temas importantes’.
Cuando llega una denuncia a la institución, se solicitan medios de verificación al establecimiento y a los denunciantes. En el caso de que se compruebe que se ha vulnerado la normativa educacional, se fiscaliza en terreno y el recinto arriesga una multa de hasta 1.000 UTM ($48 millones).
De las más de 15 mil acusaciones que llegaron el año pasado, se ha ‘logrado resolver el 95% de los casos del primer semestre y vamos en el 79% del segundo’, precisa Izquierdo.
#Nomás
Para evitar que se llegue a una instancia de denuncias, la superintendencia trabaja en el plan #Nomás, que contempla charlas preventivas, además de reconocimientos a colegios con buenas prácticas en convivencia para compartir sus procedimientos con el resto de los liceos. Además, entregarán afiches a los establecimientos para que se puedan hacer cargo de temas como el cyberbullying.
‘Ese es el camino que hay que hacer, porque la responsabilidad de resolver los conflictos es de las escuelas, y no (que las quejas) se vayan a la superintendencia, porque se genera más burocracia’, asevera Rodríguez.