La iniciativa contempla que desde 2026 solo se pidan 525 puntos como mínimo para ingresar a las carreras, y no 550 como establece la ley actual. Aseguran que con esto se evitaría, en parte, el déficit de profesores.
Por Dierk Gotschlich y Javiera Herrera
La Ley de Desarrollo Profesional Docente, impulsada para mejorar la condición laboral de los profesores y hacer más atractiva la carrera, considera tres tramos de requisitos para acceder a estudiar Pedagogía, que son crecientes, por lo que cada vez se hace más difícil el ingreso.
Desde 2017 está en vigencia el primer tramo, que considera, entre otros, un mínimo de 500 puntos en la prueba de admisión para entrar a la carrera. La normativa aumenta este puntaje a 525 para 2023, y a 550 en 2026.
Sin embargo, la baja sostenida en los matriculados en Pedagogía (entre 2010 y 2020 cayó 34%) llevó al Ministerio de Educación a presentar un proyecto que modifica la Carrera Docente, y que desde el martes se tramita en la Cámara Baja.
Alternativa:
La iniciativa, que surgió de la mesa para la atracción a las carreras de Pedagogía que sesionó entre 2019 y 2020, propone que el segundo tramo de exigencias de la Carrera Docente, en vez aplicarse desde 2023, lo haga desde 2026.
Además se propone eliminar los mayores requisitos que se pedirían desde 2026.
El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, asegura que “no es que estemos bajando las exigencias, lo que estamos haciendo es postergar la vigencia de la actual exigencia, y la entrada en vigor del segundo tramo va a ser después. Igual habrá mayores requisitos, pero entrarán en vigor en 2026 y no van a seguir subiendo más”.
Agrega que, según estudios, si se aplican las exigencias actuales del tercer tramo, “vas a impedir que accedan a ser profesores jóvenes que en los hechos demuestran que son buenos. Lo que hicimos fue ver la evidencia”.
En ese sentido, detalla que “a partir de los 525 puntos del segundo tramo se marca la diferencia entre que ingresen más profesores buenos que malos (…). Si sube la exigencia a 550 puntos, que es el tercer tramo, claramente vas a estar atentando contra el objetivo de conseguir mejores profesores para el sistema escolar”.
El subsecretario plantea que la iniciativa por sí misma no es suficiente para revertir la baja en las matrículas docentes, un hecho que preocupa a especialistas y autoridades, y que el propio ministro de Educación, Raúl Figueroa, recalcó, en base a proyecciones, en el inicio de la discusión del proyecto: “A futuro podemos enfrentar un déficit de docentes, que puede traer consecuencias muy negativas para el sistema”.
Tania Villarroel, directora de Estudios de Acción Educar, coincide con esta alerta apuntando a la baja de 27% en las postulaciones a Pedagogía este año.
Junto con ello, advierte que algunos estudios “proyectan una escasez de 26 mil profesores idóneos en Chile para 2025. Por lo mismo, este proyecto de ley es necesario, para, manteniendo la idea de aumentar la selectividad de las pedagogías, encontrar el balance correcto con la necesidad de profesores del país”.
Similar opina Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, quien señala que “no es un retroceso ni un cambio de criterio, en el sentido de que se va a seguir buscando que entren personas de alto desempeño académico, solo que se redefine cuál es la vara con la que se va a medir y el plazo, considerando uno más apropiado para que sea más conocida la política docente”.
Otras acciones:
Distintas voces están de acuerdo con que, además del freno al aumento de las exigencias, debe haber planes que complementen este esfuerzo para atraer jóvenes y también detener la deserción docente.
El profesor de historia del Instituto Nacional y ganador del Global Teacher Prize Chile, Manuel Calcagni, considera que los ajustes presentados son necesarios debido a que “nadie quiere que este déficit se extienda en el tiempo, pero pienso que es una medida que tiene que ir acompañada de cosas un poco más profundas”.
Por otro lado, la primera rectora del Instituto Nacional, Olga Celestina Vivanco, opina que es una mala señal para la carrera docente: “La educación ya no puede estar más mala. La mística de los profesores se perdió”.
En ese sentido, quien dirigió el emblemático liceo entre 1986 y 1990 dice no estar de acuerdo con el proyecto del Ejecutivo: “Se debería cambiar totalmente, generar más exigencias, como lo hacen Nueva Zelandia u otros países que han tenido éxito”.
Frente a la reducción en la matrícula, plantea que “siempre bajó la matrícula, pero ahora más, porque no hay ningún incentivo ni selección a los profesores que realmente tienen vocación y que estén preparados. Es muy difícil la situación que está viviendo Chile en educación en este momento, yo estoy muy preocupada”.
Cifra destacada:
Según Acción Educar, 11.531 alumnos ingresaron a pedagogías en 2021. Si la ley se mantiene como está, en 2026 serían 7.810, y si se aprueba la modificación, llegarían a 9.915.