El Mercurio: Instituto Nacional busca superar crisis interna e incorporar alumnas desde 2022

Mediante el programa de trabajo junto a la U. de Chile y la designación de un nuevo rector, apunta a revertir el deterioro escolar que se arrastra en el establecimiento.

Por Dierk Gotschlich

Durante el primer semestre de 2019, la dirección del Instituto Nacional (IN) reconocía enfrentar niveles de violencia que mantenían en vilo la seguridad escolar. Encapuchados y con overoles, jóvenes salían desde el tradicional liceo del centro de Santiago o se subían a los techos del establecimiento a lanzar bombas molotov a carabineros, en un contexto de reiterada suspensión de clases.

Fue uno de los capítulos más complejos que ha vivido el recinto, algo que admite el entonces rector Fernando Soto.

El académico opina que para entender la crisis del liceo se debe comprender el contexto de la sociedad actual, ya que asegura que se enmarca en un problema global: “Quedó demostrado con el estallido y las situaciones complejas que vislumbró el fenómeno sociopolítico”.

Soto cree que para revertir el escenario del plantel -fundado en 1813- se debe “reestructurar el sistema escolar” con un “menor número de estudiantes, una jornada horaria razonable y la base de que el Instituto Nacional tiene que ser mixto”.

Líneas de trabajo

Aunque se proyectaba que la incorporación de alumnas ocurriría desde este año, la opción ahora se planifica para 2022.

Aquel es uno de los focos que se trabajan para recomponer la situación del establecimiento. De hecho, forma parte de la labor conjunta que la Municipalidad de Santiago, en su calidad de sostenedor del IN, desarrolla mediante un convenio con la U. de Chile para trabajar junto a la comunidad escolar.

El objetivo del acuerdo es generar instancias de intercambio de experiencias entre los miembros del liceo y la casa de estudios. Así, se definieron siete pilares para el trabajo: proyecto educativo institucional, dimensión socioemocional y bienestar, dimensión pedagógica, apoyo a la educación remota, apoyo vocacional y habilidades del siglo XXI, equidad de género y extensión educativa.

En paralelo, se designó a un nuevo rector interino para el liceo, el tercero desde la ida de Soto. Se trata de Manuel Ogalde, profesor de inglés desde hace 12 años en el Instituto, quien también fue jefe de la Unidad Técnico-Pedagógica del recinto.

No obstante, el sostenedor ya envió las bases al Servicio Civil para elegir a la autoridad definitiva y este mes podría estar abierto el proceso.

Mejorar la autoestima

Los alumnos de colegios municipales de Santiago iniciaron las clases a partir del 3 de marzo. Sin embargo, la presencialidad se proyecta para mediados de abril.

Bárbara Soto, jefa de Gestión Institucional de la Dirección de Educación Municipal (DEM), explica que tienen desafíos claros, como recuperar la confianza de la comunidad, generar instancias de participación y mejorar la autoestima académica.

“Si me preguntan si el objetivo es volver a estar entre los 100 mejores, yo diría que eso será consecuencia si trabajamos integralmente, pero no es el objetivo principal”, en referencia a que el IN fue 144º del país en el ranking en la pasada Prueba de Transición.

Según Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, “el Instituto debiera buscar volver a clases presenciales en cuanto sea posible. De esa forma vas permitiendo volver a recuperar el clima escolar, los aprendizajes, fortalecer puntos que no se han completado por la parte remota”.

Añade que “debe haber un trabajo con la comunidad, de diálogo y de sanear ciertas relaciones para seguir adelante”.

Secunda el punto Isabel Leal, representante de uno de los tres centros de padres del liceo: ‘Tenemos la fe en que este directorio genere esa comunicación y nuestro colegio pueda alumbrar con esa luz que lo destaca”.

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