El emblemático establecimiento recibirá a las primeras mujeres en sus 207 años de historia, luego de obtener la autorización para completar las vacantes disponibles.
Por D. Gotschlich
En 2016 se hizo público el caso de Marina, una niña de 11 años que envió una carta a la entonces Presidenta Michelle Bachelet, donde pedía ingresar al Instituto Nacional como alumna, y argumentaba que era injusto que solo aceptaran varones.
A cinco años del debate que desató su petición, 250 niñas de esa misma edad podrán cumplir lo que anheló la menor, hoy de 16 años y matriculada en el Liceo Carmela Carvajal.
La Municipalidad de Santiago, sostenedor del establecimiento, anunció ayer que el recinto tendrá a sus primeras alumnas en sus 207 años de historia. Esto, tras la autorización del Ministerio de Educación para convertir al liceo de varones a uno plurigenérico.
Desde 2019 que el municipio tramitaba el paso del Instituto Nacional a mixto, luego de que incluso la misma comunidad escolar lo votara así. Esto no se pudo completar el año pasado, ya que el recinto no había logrado adecuar su infraestructura para la inscripción femenina.
Aunque los establecimientos deben presentar sus vacantes en agosto del año anterior para permitir los nuevos ingresos, al no completar sus cupos, en el Instituto Nacional se abrió un proceso de admisión extraordinaria que se llevará a cabo mediante el registro público, que asigna vacantes por orden de llegada presencial en el establecimiento, tal como dicta el Sistema de Admisión Escolar. Así, los apoderados que quieran inscribir a sus hijas en el Instituto deberán llegar el próximo lunes a las 9:00 horas a la calle Arturo Prat 33.
Las clases de las menores comenzarán una semana después, el lunes 22 de marzo.
Para lograr la autorización del Mineduc y recibir a las alumnas, se requirió la habilitación de seis baños en diferentes sectores del recinto y camarines para niñas.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, detalla que ‘se invirtieron más de $297 millones en remodelar y mejorar completamente los servicios higiénicos y también los camarines, además de habilitar uno especial para las estudiantes, tal como lo establece la normativa’.
Añade que la medida ‘responde a los nuevos tiempos que vive nuestra educación, y que nos invitan a dejar de lado las diferencias para concentrarnos únicamente en el desarrollo integral de nuestros y nuestras estudiantes’.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, afirma que ‘este es un cambio importante y por lo mismo requiere medidas y adecuaciones, como ponerles atención a los métodos de enseñanza. Por ejemplo, resguardar la autoestima académica, la motivación y el incentivo en cuanto a los distintos conocimientos para evitar las brechas de género al interior de las salas de clases’.
Trabajo con la U. de Chile
El municipio de Santiago y la Universidad de Chile tienen un convenio de colaboración para apoyar al Instituto Nacional en distintas áreas, incluyendo esta nueva etapa. El rector Ennio Vivaldi asegura que ‘es un motivo de tremenda celebración para la U. de Chile, es un motivo para agradecer esta labor conjunta con la municipalidad, y estamos seguros de que esto va a significar un paso sustantivo, conceptual y material en la reconstrucción de un sistema de educación’.