Especialistas aseguran que se visibilizó que el trabajo de los profesores ‘es muy duro’ y poco retribuido. Y postulan que se debe trabajar en revalorizar la carrera.
Por J. Herrera
Si hasta el año pasado el panorama de las carreras de Pedagogía era complicado, ahora es aún más preocupante, afirman autoridades y expertos. Según datos del Ministerio de Educación, considerando el proceso que cerró esta semana en las universidades con admisión centralizada, los matriculados bajaron 19%, pasando de 11.460 a 9.246.
Antes, un estudio de Acción Educar arrojó que en 2020 se matricularon 14 mil estudiantes menos que en 2011, cuando el sistema contabilizaba más de 26 mil jóvenes en primer año. ‘Las carreras del área de educación son las que experimentaron el mayor decrecimiento de su matrícula en la última década’, dice Tania Villarroel, directora de estudios de la fundación.
Varias universidades comentan que no llenaron todas sus vacantes. Según detalla el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, las mayores caídas se registraron en Pedagogía en Ciencias (-42%) y en Filosofía y Religión (-41%).
La UC de Valparaíso tuvo una baja en las pedagogías de Química, Biología y Física. El vicerrector académico, Nelson Vásquez, afirma que en el sistema ‘es una situación que se viene arrastrando desde hace años. Ya hay muy pocos profesores de Matemática, Física, Química y Biología, porque los buenos estudiantes en el colegio del área de la ciencia ven alternativas más atractivas en las carreras de la salud’.
‘Opino que la percepción de la dificultad de la pedagogía, de la carrera docente, se vio incrementada con la pandemia. Probablemente la gente observó que es más difícil ser profesor dado lo que vemos durante la pandemia’, postula Vargas.
El rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, plantea que el último año se vio que ‘el trabajo de los profesores es muy duro, la retribución económica es menor en comparación a otras profesiones, los horarios son extenuantes y hay un futuro laboral y desarrollo profesional complejo’.
La decana de la Facultad de Educación de la U. Andrés Bello, María Gabriela Huidobro, asegura que los últimos años hubo esfuerzos para revalorizar la carrera. Pero ‘lo ocurrido en 2020 golpeó fuertemente esos esfuerzos. Básicamente, la profesión docente volvió a verse como una labor vulnerable, frágil, a veces poco respaldada y dependiente de la voluntad, la vocación y el sacrificio de sus protagonistas’.
En esa misma línea, Cristian Rojas, decano de Educación de la U. de Talca, agrega: ‘Existe la percepción social de que, para los profesores, el sistema actual es muy desgastante. Hemos visto, además, un cuestionamiento de algunos sectores sobre el rol de los docentes, en un año donde los padres debieron asumir la tarea de apoyar de manera más directa la educación de sus hijos’.
Para Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, la enseñanza a distancia pudo haber cambiado la imagen de lo que significa trabajar como profesor ‘y también este escenario de crisis económica pudo influir’.
¿Qué hacer?
El subsecretario Vargas señala que ya se pospuso el aumento de exigencias para entrar a la carrera (525 puntos en la Prueba de Transición), lo que a su vez disminuiría en seis mil el déficit de profesores proyectado a 2025. Agrega que se potencia la beca Vocación de Profesor III, para los profesionales que quieren ser docentes de enseñanza media.
Sánchez comenta que hace unos días, el Presidente Sebastián Piñera reunió a un grupo de rectores para abordar el tema, y anunció que ‘en el ámbito de educación y ciencia propiciaría dos iniciativas: la inversión en ciencia e investigación (.) e iniciativas para estimular el estudio de las pedagogías’. Aunque insiste en que se debe impulsar una política a largo plazo.
La decana de Educación de la U. Alberto Hurtado, Carolina Flores, cree que ‘destacar el rol del profesor debe ser una política pública articulada, estratégica y bien conducida’.