Emol: ¿Conductas “aprendidas”? la semana en que resurgió la violencia en manifestaciones de los colegios emblemáticos

El Instituto Nacional, el INBA, el Liceo de Aplicación y el Barros Borgoño protagonizaron protestas aludiendo a una serie de demandas. Sin embargo, expertos explican que aquellas conductas responden más a una “tradición”

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“Yo he señalado esto desde mi época en la que fui dirigente estudiantil y hoy como jefe de Estado lo sostengo con más convicción aún. La violencia no es el camino, quién crea que a través de la violencia puede lograr avanzar en sus reivindicaciones, está equivocado y le hace un daño a su causa (…) nosotros desde nuestro Gobierno tenemos las puertas abiertas para abordar conflictos que hemos heredado”.

Así, el Presidente Gabriel Boric se refirió a las últimas manifestaciones realizadas por los estudiantes de los principales colegios emblemáticos de la Región Metropolitana, los cuales en los últimos nueve días se han movilizado exigiendo la solución a una serie de demandas, entre las cuales se encuentran, por ejemplo, la mejora de la infraestructura, mayor dotación de profesores, una educación no sexista, entre otras.

Al ser consultado por el fenómeno de violencia en medio de las manifestaciones realizadas por los estudiantes de estos establecimientos, Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar menciona que se debe distinguir entre lo que son las “demandas legítimas” y “conductas que son aprendidas”.

“Cuando uno habla del fenómeno de violencia que tiene que ver con los establecimientos educacionales o con estudiantes, uno tiene que distinguir. Hay mayor visibilidad sobre ciertos hechos que violencia al interior de los colegios que pueden tener que ver con políticas insuficientes, con problemas de infraestructura, pero normalmente con demandas en algún grado legítimas”, plantea.

“Ahí la respuesta debe ser el diálogo, la convivencia escolar y que este tipo de problemas que pueden ocurrir en cualquier comunidad educativa, se pueden ver aumentadas por el estrés que todo el mundo está viviendo producto de la pandemia, ese es un fenómeno. Pero cuando hablamos de resurgir, lo que estamos diciendo es que la violencia de tipo delictual, los atentados contra la propiedad pública viene ocurriendo en el país hace mucho tiempo, por lo menos hace 10 años, especialmente en liceo de la Región Metropolitana denominados emblemáticos”, agrega Rodríguez.

Bajo ese contexto, el director ejecutivo de Acción Educar establece que los actos de violencia ya mencionados “obedecen a prácticas aprendidas que vimos todos de forma bastante fuerte durante el estallido social. Son conductas aprendidas, son patrones de violencia callejera y no parece que obedezcan a alguna circunstancia en especial, como la pandemia o la vuelta a clases. Tiene que ver con una modalidad de protesta y de desorden social que existe hace mucho tiempo”.

Ante las medidas adquiridas por las autoridades municipales y el propio gobierno ante estos casos, Rodríguez acota que, actualmente, el “sistema escolar no tiene las herramientas para solucionarlo, no es un problema de diálogo” y que el recurso del “diálogo” no es la solución para “para enfrentar a personas con bombas molotov. Por lo tanto, para estos casos en específico lo que corresponde es la acción del Estado, de las policías y de inteligencia del Ministerio del Interior”.

En esa línea, advierte que este tipo de manifestaciones “obedece a una cultura, casi que a una tradición, y por eso las generaciones que van pasando lo siguen repitiendo. Lo que dijo el Presidente para mí fue leer el Código Penal, está diciendo lo mínimo como autoridad (…) y no contribuye en el absoluto al problema, porque no es nada nuevo, pero quizás como el gobierno aún está en instalación hay que esperar cuál es la propuesta”.

“Es claro que lo que hemos hecho como país hasta el minuto no ha sido efectivo, que ha faltado voluntad política, ha faltado autoridad para resolver este tipo de problemas y sobre todo para distinguir entre lo que puede ser la exaltación de jóvenes descontentos por políticas públicas mal ejecutadas, por colegios que no responden a sus expectativas; y del anarquismo y violencia política”, concluyó.

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