Diputados de la zona y expertos abordaron el informe realizado por la organización Escuelas Abiertas, el que alertó, entre otros aspectos, las brechas de aprendizaje y el daño emocional generado a estudiantes.
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Durante este miércoles y luego de que un informe realizado por la organización Escuelas Abiertas encendiera nuevas alertas por la crisis educativa en la Región de Atacama, parlamentarios de la zona y expertos expresaron su preocupación e instaron a trabajar al respecto.
El reporte, realizado luego de que la presidenta de la organización, María Teresa Romero; y la directora Valentina Rebolledo, arribaran a la zona, donde visitaron cuatro establecimientos con el fin de constatar el denominado “retorno educativo” tras el fin del paro docente, alertó por los daños emocionales generados a los estudiantes, así como por las brechas de aprendizaje.
En detalle, Romero y Rebolledo comprobaron que “los alumnos, en vez de volver a una jornada normal, retornaron de manera parcial y fragmentada. Deben hacer turnos por grupos, con jornada acotada, y con clases efectivas los días martes, miércoles y jueves, ya que los días lunes y viernes se realiza trabajo administrativo”.
Asimismo, el informe reveló que los docentes en paro, junto con recibir su sueldo normalmente —pues finalmente el Servicio Local no descontó los días no trabajados—, ofrecían clases particulares a sus propios estudiantes que se mantenían sin clases debido a la paralización.
El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, aseguró que “la información levantada es de la mayor gravedad. Lo que nos muestra es que, a pesar del fin de la paralización de los profesores, el retorno a clases ha sido, en el mejor de los casos, parcial, y la crisis educativa en la región de Atacama, persiste”.
“Es fundamental que el derecho a la educación sea garantizado. Son los estudiantes y sus familias los que están sufriendo las consecuencias”, concluyó.