Resumen Ejecutivo
La educación especial atiende las necesidades educativas especiales (NEE) que los estudiantes presentan por parte o la totalidad de su trayectoria en la escuela.
Las necesidades especiales pueden ser permanentes (NEEP) o transitorias (NEET).
En este documento se detallan el marco regulatorio y las principales tendencias de la educación especial durante el último lustro (2017-2022), con el objetivo de informar el estado del sistema.
La educación especial chilena se entrega a través de dos modalidades de enseñanza: (i) especial o diferencial, que en la educación obligatoria atiende principalmente necesidades permanentes, mientras que, en el nivel preescolar, a necesidades transitorias relacionadas con Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL); y (ii) regular, a través de los Programas de Integración Escolar (PIE), implementados mediante convenios de las Secretarías Regionales Ministeriales con los establecimientos.
Las NEE reciben subvenciones diferenciadas en ambas modalidades, que varían en monto y condiciones según la duración, diagnóstico y atención pedagógica de cada una.
Actualmente existen cerca de 450 mil estudiantes con NEET y 140 mil con NEEP que reciben subvenciones diferenciadas en el sistema. En los últimos 3 años, el número de NEET ha crecido un 17% y el de NEEP un 19%.
Durante las últimas décadas, pero de forma significativa en el último lustro, el sistema ha presentado una tendencia acelerada a la integración de estudiantes con NEE en la modalidad regular. En ese sentido, la participación de la modalidad diferencial en la matrícula de estudiantes con NEEP ha caído 10 puntos porcentuales en los últimos 5 años.
La composición de la población estudiantil con NEE ha cambiado en el período. Se observa una caída de 2 puntos porcentuales en las necesidades por discapacidad intelectual y un aumento de 18 mil estudiantes con Trastornos del Espectro Autista (TEA). Esta última necesidad se triplicó en los últimos 5 años.
Existe especialización en las dependencias administrativas. Mientras 2 de cada 3 estudiantes integrados se atienden en un establecimiento de administración fiscal o municipal, 9 de cada 10 alumnos de la modalidad especial se atienden en un particular subvencionado.
Empero, el porcentaje de estudiantes y cursos integrados ha aumentado sostenidamente en la modalidad regular y más aún en los colegios particulares subvencionados. En estos últimos, el porcentaje de cursos con estudiantes integrados aumentó en 11,6 puntos porcentuales durante el período. En los establecimientos dependientes de los SLEP, un 63,8% de los cursos regulares integra estudiantes con NEEP y NEET simultáneamente.
Un 34% de los cursos en la modalidad regular integra a 3 o más estudiantes con NEE de distinto tipo, que requieren atenciones, adecuaciones y tiempos de diversa magnitud. Este porcentaje ha aumentado en 9 puntos porcentuales durante el período estudiado (alrededor de 11 mil cursos nuevos presentan esta situación).
Se sigue a la cohorte que ingresó a 1° básico en 2017. En promedio, el sistema demora 2,3 años en diagnosticar y subvencionar una necesidad especial desde que el estudiante ingresa a 1° año de enseñanza básica. Esto puede deberse a factores regulatorios, socioeconómicos e individuales.
Se examina la disponibilidad semanal de horas de aula de los docentes especialistas, por contrato, en la modalidad regular. Los datos indican que, en promedio, un docente especialista podría dedicar, en forma exclusiva, un máximo de 24 minutos a cada estudiante con NEE. De existir distintas NEE en un solo curso, la restricción de exclusividad en la atención se vuelve fundamental, en algunos tipos de necesidades.
Se identifican tres problemas fundamentales en la actualidad de la educación especial chilena: (i) la ausencia de información regulatoria unívoca y clara respecto a su organización y subvención; (ii) un crecimiento acelerado e inorgánico en la cantidad de estudiantes integrados que ha hecho aún más escasos los recursos de la subvención; y (iii) ausencia de oportunidad y demoras en el diagnóstico, la subvención y las adecuaciones curriculares realizadas para los niños y niñas con NEE.
Para atender los problemas descritos, se propone: (i) consolidar, actualizar, simplificar y flexibilizar la normativa existente en una Ley de Educación Especial; (ii) evaluar un aumento de los recursos destinados a las subvenciones especiales; y (iii) dotar de un marco curricular propio a la educación especial.