Como “sobreestimada” han calificado algunos actores vinculados con la educación, la cifra entregada por el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, respecto al cierre de colegios registrados en los últimos 15 años. El pasado 26 de noviembre, en su interpelación en el Congreso, el titular del Mineduc afirmó que cerca de 3.000 establecimientos habrían cerrado en ese período, producto de la “competencia salvaje del modelo” escolar.
Sin embargo, el investigador Gabriel Ugarte, del centro de estudios Acción Educar, afirma que la cifra correcta sería cercana a la mitad de lo informado por el Mineduc. Aún más, destaca que los colegios que cierran lo hacen por una especie de “selección natural”, ya que “la mayoría son pequeños, de muy baja matrícula y, en general, de baja calidad”.
En este sentido, dice que las cifras esgrimidas por Eyzaguirre se basan en un estudio realizado por expertos de la U. de Chile, el cual, asegura, aún no está publicado. Es más, destaca que no existen investigaciones que aborden de forma exhaustiva la salida de escuelas del sistema. “Sólo hay un estudio del propio Mineduc, de 2011, y una tesis del Instituto de Economía de la UC, de 2008. Estos dos llegan a valores más pequeños”, sostuvo. “Aplicando los porcentajes que aparecen en este estudio a la cantidad de establecimientos oficiales del Mineduc, nosotros llegamos a un total de 1.665 colegios”, indicó el experto.
Agregó que el estudio aludido por Eyzaguirre, probablemente, se hizo con bases de datos administrativas, lo que, a su juicio, no basta. En este sentido, Acción Educar analizó el cierre de colegios entre 2008 y 2012, tomando en cuenta una serie de factores. “Tomamos varias bases de datos, de docentes, matrículas, establecimientos e incluso del Simce. Entonces chequeamos que el colegio que desaparecía, desapareciera de todas las bases”, dijo Ugarte.
Así, el estudio arrojó que el cierre anual fluctúa entre 87 colegios en 2008 y 238 en 2010, el año del terremoto. Esto es, un promedio de 172 cierres de establecimientos por año.
Aún más, indica que “el 50% de todos los establecimientos que cierran, tiene a lo más 10 alumnos en total”. Agrega que “el hecho de que muchos de ellos cuentes con menos de 50 alumnos, indica también que estos recintos han dejado de ser preferidos por la familia”. Al respecto, destaca que, del total de colegios que cerraron entre 2008 y 2012, solo un promedio de 31 por año tenía más de 50 alumnos e impartía educación básica o media (ver infografía). “Lo que uno ve es que hay un cierre acotado de colegios que va en línea con lo que van decidiendo las familias”, señaló Ugarte.
En este sentido, dijo que “no es lo mismo comparar estos cierres de los últimos años, con los que podría producir la reforma, la que, por razones que han sido advertidas por sostenedores e investigadores, pone en riesgo de cierre a colegios que tienen la preferencia de las familias y buenos resultados”.
Por su parte, Hernán Herrera, presidente de los sostenedores de colegios particulares subvencionados agrupados en Conacep, sostiene que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, debe dar a conocer los datos del estudio. “Debe explicar a cuáles establecimientos educacionales se refiere, a cuál segmento pertenece”.
“A todas luces, es prácticamente imposible que en los últimos 15 años hayan cerrado más de 3.000 colegios, como dijo el ministro”, afirma.
Ante esto, destacó que “el ministro Eyzaguirre usa cualquier información para armar una imagen del sector que no corresponde”. Así, cuestionó que las cifras se hayan basado en datos de una tesis de pregrado. “Entiendo que es una tesis de un alumno que está trabajándola todavía (…). Es inaceptable que el ministro lo entregue como primicia en una interpelación, siendo que ni siquiera es un documento acabado”.
Sobre la cantidad de colegios que sí han cerrado, que en Conacep estiman en cerca de 45 por año, Herrera coincide con el planteamiento de Acción Educar.
“Lo más probable es que los padres están haciendo la pega que no ha sido capaz de hacer el Mineduc ni la Agencia de la Calidad, de que cuando determinan que un colegio no les entrega la calidad que quieren para sus hijos, lo abandonan masivamente, por lo cual éste tiene que dejar de existir”, dijo.
Factor RBD
En tanto, el estudio de Acción Educar indica que hay razones administrativas que podrían contribuir en la sobreestimación de los cálculos. Entre estos, está el Rol Base de Datos (RBD), que es el registro único que tienen los colegios que reciben subvención estatal. Sin embargo, aclara Ugarte, hasta hace una década los colegios poseían más de un RBD, dependiendo del tipo de educación que ofrecían (preescolar, básica, media, etc.). Sin embargo, el ministerio decidió unificarlos, para que cada establecimiento tuviera un solo indicador. “A lo mejor un cierre teórico que uno ve en la base de datos, simplemente no es, porque lo que se hizo fue fusionar dos o más identificadores en un mismo establecimiento y éste sigue funcionando igual”, afirmó.
Herrera concuerda: “Lo que podría ocurrir es que se haya tomado como base los RBD y ahí, efectivamente, puede estar produciéndose una distorsión”.
En tanto, Rodrigo Bosch, sostenedor y ex presidente de Conacep, dijo ayer a radio Duna que “ aquí ha faltado un juicio experto. Faltó que ese estudio (de pregrado) lo viera y lo analizara gente experta, para evitar este tipo de interpretaciones”.