Senado aprobó ayer en general proyecto que permite a planteles técnicos pasar a ser sin fines de lucro.
Sumar a los estudiantes de centros de formación técnica (CFT) e institutos profesionales (IP) a la gratuidad 2017 es el gran compromiso de este año del gobierno en materia de educación. Esto, luego de que tras el fallo del Tribunal Constitucional, que impugnó la gratuidad 2016, un acuerdo político entre el Parlamento y el gobierno decidiera dejar a este grupo de alumnos sin el beneficio. Pero para que puedan efectivamente estudiar sin costo, deberán cursar sus programas técnicos en una institución sin fines de lucro.
El panorama es complejo, porque actualmente por ley los centros de formación técnica y los institutos profesionales sí pueden lucrar, a diferencia del mundo universitario. Por ello, sólo cinco planteles técnicos sin fines de lucro y acreditados cumplen hoy las condiciones para la gratuidad 2017. Debido a esto, ayer se aprobó en la sala del Senado el proyecto que permitirá a los CFT e IP con fines de lucro transformarse en instituciones que no retiren utilidades.
Finalmente, y pese a las aprensiones de muchos legisladores, con 21 votos a favor, 10 en contra y siete abstenciones, el proyecto logró sortear esta instancia. Precisamente, el gobierno necesitaba ese mínimo de sufragios favorables para continuar su tramitación y pasar a la Comisión de Educación para ser vista en particular.
La iniciativa había quedado congelada desde abril, luego de que los mismos planteles denunciaran que el proyecto les obliga a entregar, de manera gratuita, los inmuebles donde funcionan los IP y CFT a la fundación que tendrán que crear y exigen una compensación por ello.
“No se ve claro si habrá un mecanismo que garantice la gratuidad para los estudiantes. Tengo la idea de apoyar el proyecto, pero hay muchos aspectos que se deben precisar, porque dejan en incertidumbre a los CFT e IP y a los estudiantes”, señaló el senador independiente, Alejandro Guillier.
La ministra de Educación, Adriana Delpiano, remarcó que el Mineduc está “cumpliendo con su compromiso, que permite que las instituciones también asuman su compromiso para que sus alumnas estudien de forma gratuita”.
Además, el senador Allamand amenazó con llevar al Tribunal Constitucional (TC) este proyecto, señalando que es inconstitucional el pedir que los planteles sean sin fines de lucro, porque hoy eso la normativa vigente lo permite.
Los beneficiarios
Como no se sabe cuántas instituciones técnicas podrán adscribir a la gratuidad, los escenarios de potenciales beneficiarios son muy amplios. En el peor de los escenarios, es decir, considerando que sólo puedan sumarse a la gratuidad los planteles técnicos que actualmente no tienen fines de lucro, el próximo año 50.527 alumnos podrían estudiar de manera gratuita.
Por el contrario, en el mejor de los casos, es decir, si es que todos los CFT e IP que tienen intención de transformarse en entidades sin fines de lucro logran hacerlo, la cifra aumentaría a 221.735 estudiantes. Así lo señala una estimación realizada por la Fundación Acción Educar.
Las cifras son cercanas con las proyectadas por el Ministerio de Hacienda, cuyo titular, Rodrigo Valdés, informó al Parlamento que en CFT e IP acreditados figuran 251.135 estudiantes del 50% más vulnerable de la población.