Introducción
En el presente documento se estudia la deserción escolar ocurrida en el sistema regular, entre los años 2022 y 2023. La desvinculación o deserción educativa es uno de los fenómenos de mayor efecto negativo en la trayectoria educativa de las personas, así como en su desarrollo personal y social.
Como estudiante desvinculado consideramos a aquel que se encontró matriculado en el año t y no lo hizo en el año t+1, sin haberse graduado de IV° año medio en el intertanto. Nuestra metodología no considera como no desertores a aquellos estudiantes que abandonaron el país o fallecieron, por las limitaciones presentes en los datos abiertos y públicos del Ministerio de Educación. Lo anterior podría explicar el por qué estas cifras difieren levemente de las cifras entregadas por el Mineduc en años anteriores.
Discusión y conclusiones
Este estudio caracterizó la deserción y revinculación escolar en el período comprendido entre los años 2021 y 2023. Cerca de 67 mil estudiantes abandonaron el sistema educativo regular entre 2021 y 2022. De ellos, sólo un 30% volvió a matricularse el 2023. En este último año, los datos muestran que aumentó tanto la cantidad de desertores, a 84.028 (+26,4% o 17.533 desertores más), como también la tasa de deserción, a saber, el cociente entre la frecuencia de deserción y la matrícula regular (de 2,0% a 2,5%).
Sólo en la Región de Aysén se observa una caída en la tasa de deserción escolar entre los años 2022 y 2023. Se observan mayores tasas de deserción, por otro lado, en el resto de las regiones, siendo más significativas en las zonas de más al norte del país y en la Región Metropolitana. Estas regiones, al mismo tiempo, poseen las tasas de revinculación más bajas.
Las dependencias administrativas públicas —de municipios y SLEP— presentan las mayores tasas de deserción, el mayor crecimiento de éstas durante el período y las menores tasas de revinculación de los estudiantes desertores.
Al cruzar la región con la dependencia, se observa que, en línea con lo observado a nivel nacional, los establecimientos dependientes de servicios locales presentan las mayores tasas de deserción. Por otro lado, hay cierta heterogeneidad particular a algunas regiones. Por ejemplo, en los establecimientos de SLEP de la Región de la Araucanía la deserción es menor a sus pares municipales, cosa que no ocurre en ninguna otra región.
Los desertores son con mayor probabilidad estudiantes de mayor edad, hombres y que tuvieron una asistencia promedio anual muy baja. Esto va en línea con la literatura relacionada y arroja una luz preocupante sobre los bajos índices de asistencia escolar que actualmente se observan en el país. Ellos podrían indicar un aumento futuro de la deserción educativa.
Los esfuerzos del gobierno en el sentido de disminuir la desvinculación educativa no parecen estar dando frutos, tanto en sus estrategias comunicacionales como en las tardías acciones territoriales implementadas. El aumento de la deserción y de la inasistencia, fuertemente relacionada con la primera, permiten proyectar un escenario cada vez más crítico en materia de reactivación educativa.