En el mes de enero, el Ministerio de Educación presentó un proyecto de ley que busca establecer como único sistema de evaluación el contemplado en el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, la llamada “Carrera Docente”, eliminando la Evaluación Docente contemplada en el artículo 70 del Estatuto Docente y sus demás referencias legales.
La discusión más reciente que se desarrolló en el Congreso en relación a este proyecto tuvo lugar la semana pasada en la Comisión de Educación del Senado, instancia que aprobó la idea de legislar el proyecto.
Desde un comienzo, en Acción Educar hemos establecido una postura crítica sobre este proyecto de ley, basada en información y evidencia, argumentando que este atenta hacia la calidad de la educación que reciben los estudiantes. Esto se basa en siete críticas principales: 1) Falta de evaluación a la política pública de la Carrera Docente. 2) Hay un riesgo de eliminación de todas las evaluaciones. 3) Diferencia de foco en las evaluaciones. 4) Posibilidad de que los profesores no se evalúen. 5) Falta de consecuencias en la evaluación. 6) Falta de participación de los directores. 7) Eliminación de apoyo a los docentes.
Existe un sector que ha estado en contra de las evaluaciones
En columna en Cooperativa, el director legal de Acción Educar, Borja Besa, señaló que “históricamente ha existido un sector que ha estado en contra de las evaluaciones, y este proyecto avanza en ese sentido. La tan repetida frase de “los profesores son los únicos que se evalúan de manera estandarizada más de una vez en su carrera” no hace más que reafirmar su deseo de terminar con esto. Pareciera ser que no le han tomado el peso a la importancia de la labor docente y a que son ellos el factor más determinante en la calidad de la educación. Es absolutamente necesario contar con información acerca de su desempeño para poder brindar los apoyos necesarios y asegurar la tan ansiada calidad para nuestros estudiantes“.
En la misma línea, agregó que, “lamentablemente, nos empujan de a poco a un sistema en el cual el foco no está en ellos, en donde la calidad de la educación que reciben pasa a un segundo plano, y en el cual además -por supuesto- el sacrificio de sus clases y aprendizajes son herramientas válidas para perseguir beneficios y fines políticos. Es momento de evaluar hacia dónde vamos“.
Obligatoria, año por medio y con consecuencias: Hacia una buena evaluación docente para Chile
De acuerdo a un análisis realizado por nuestro centro de estudios, el sistema óptimo para Chile es una evaluación obligatoria que se realice año por medio. Sin embargo, los profesores que reciban una evaluación destacada podrán eximirse del siguiente proceso de evaluación, como premio por su desempeño.
“Deben existir lineamientos nacionales de la evaluación docente, pero al mismo tiempo se debe dotar a los sostenedores de los establecimientos educativos de poder de decisión en la política de evaluación“, plantea el documento.
Entre los principales lineamientos se encuentra la implementación de algunas metodologías de evaluación fundamentales, como la observación de sesiones de clases, y explorar la potencial incorporación de la evolución del rendimiento estudiantil.
Asimismo, se plantea que deben existir consecuencias para quienes reciben una calificación insatisfactoria en forma repetida. En dichos casos, se debe proveer un sistema de capacitación y retroalimentación, pero si este no da frutos, se recomienda recurrir a la desvinculación.