A partir del próximo año, se decidirá caso por caso en el consejo de profesores si un estudiante debe repetir o no.
Con la aprobación del Consejo Nacional de Educación, el Ministerio de Educación introdujo un nuevo decreto en el cual se elimina la repitencia automática y la eximición de ramos. Desde 2019, los estudiantes ya no repetirán de curso inmediatamente si no cumplen los criterios de asistencia y/o de notas.
Los aspectos a favor de la medida
Tal como explica la coordinadora de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación, Alejandra Arratia, ahora la repitencia de cada estudiante estará sujeta a una evaluación de un consejo docente de su respectivo establecimiento, el cual realizará un informe “tanto si pasa de curso como si repite. Porque aunque el niño pase de curso, ya se encontraría en una situación de riesgo. Entonces, aunque el estudiante pase de curso, de igual forma se debe apoyar”.
Para el docente de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica y ex del Ministerio de Educación, Daniel Rodríguez, afirma que “hay evidencia internacional que, en términos de logros de aprendizaje, afirman que repetir no tendría efecto positivo en el aprendizaje ni un impacto directo en la evaluación de los alumnos en pruebas estandarizadas”.
“En un principio es razonable que ahora la repitencia sea una decisión que se tome por un colectivo, por una junta de profesores, y que la decisión considere aspectos pedagógicos, donde se analice caso por caso si efectivamente el estudiante debe repetir o no”, agrega el investigador de Acción Educar.
En tanto, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, advierte que se desconoce si efectivamente este nuevo decreto va a incluir un perfil pedagógico. “No sabemos si esto estará contemplado en el decreto, porque aún se desconoce cuál es el contenido específico”, agrega el dirigente.
Sin embargo, Aguilar sostiene que “si es verdad que es de carácter pedagógico, estamos de acuerdo que la decisión de la toma de la repitencia deba ser por parte del consejo de profesores y no quedar a priori establecido en una norma en base a cuestiones administrativas a como es hoy día, como porcentaje de asistencia, o un guarismo en una calificación”.
“Pero sí, creemos que quienes saben si un estudiante pedagógicamente está en condiciones de ser promovido o corresponde mejor que para su propio desarrollo que repita a un nivel, es de quienes le hacen clases todos los días y conocen al estudiante”, advierte el presidente del Colegio de Profesores.
Los contra del decreto que pone fin de la repitencia automática
Sin embargo, los especialistas también advierten que la decisión que tomen los distintos colegios sobre la repitencia de un estudiante debe ser de manera autónoma.
Para el investigador de Acción Educar, esta medida también conlleva riesgos. Uno de ellos es que “cada establecimiento tenga miedo de aplicar sus propias condiciones de repitencia por miedo a multas o supervisión de la Superintendencia, como sucede con la Ley de Inclusión”.
“La idea es que el establecimiento no se vea restringido a aplicar sus propios criterios, razonables, por miedo a la autoridad”, agrega Rodríguez.