El Sur: Ed. Superior; Actores solicitan revisar criterios en acuerdo de equidad de género

El compromiso del Mineduc que firmarán los rectores de las casas de estudios del país establece como plazo final tres años para que ocho medidas se pongan en marcha.

Por F. Cuevas

La semana pasada, el consejo asesor para la Educación Superior sesionó por cuarta vez junto a la ministra de Educación (Mineduc), Marcela Cubillos.

En el encuentro, el gobierno presentó un documento en el cual el comité ha trabajado por varios meses con la comisión de género del Consejo de Rectores (Cruch) para responder a parte de las demandas de los movimientos feministas del año pasado relacionadas con las brechas de género en cargos directivos de universidades e instituciones técnicas.

“Hacia la equidad de género en órganos directivos de la Educación Superior” es el nombre del documento que en los próximos días los representantes de las casas de estudios deberían firmar, y que incluye ocho medidas que se deben ejecutar en un plazo máximo de tres años.

En el caso del Biobío, que actualmente cuenta con una treintena de instituciones, sólo un plantel es liderado localmente por una mujer (U. de las Américas) y en otros como la U. de Concepción, del Bío-Bío y Católica de la Santísima Concepción se ha avanzado en la incorporación de mujeres a cargos de vicerrectorías.

Puntos claves

El documento que entregó el Mineduc la semana pasada incluye ocho puntos a cumplir en un plazo máximo de tres años, entre ellos destaca la creación de una política de género que establezca compromisos, metas y acciones que resguarden y promuevan la equidad de género, la incorporación de mujeres a cargos directivos (con una cuota del 40%) e inclusión de mujeres en los procesos de selección de rectores.

Además considera incluir plazos adicionales para que mujeres madres puedan ascender en la carrera académica, facilidades para ingresar a los claustros y generación de seminarios y actividades.

María Olivia Recart, rectora de la Universidad Santo Tomás (UST) y miembro del consejo asesor del Mineduc, explicó que “hemos acordado algunas medidas con respecto a órganos superiores de las instituciones y algunos otros aspectos básicos, y es una gran señal que hayamos llegado a acuerdos de manera tan expedita. Solo hay dos mujeres invitadas y hemos visto como nuestros colegas aportan y se suman a la visión de que esta es una necesidad imperiosa”.

Viabilidad

Desde el mundo académico, la consecución de este compromiso se observa como un avance significativo, sin embargo algunos actores hacen hincapié en la necesidad de revisar con mayor atención aspectos como las cuotas de género y criterios para postulaciones a cargos directivos, entendiendo la realidad interna de cada casa de estudios.

Junto con valorar la iniciativa y detallar los avances en materia de género de la U. Católica de la Santísima Concepción -como la presencia de dos vicerrectoras y la mayor cantidad de docentes- el rector Christian Schmitz señaló que “compartimos la idea de generar más oportunidades para mujeres en cargos directivos, instalar instancias en que se generen las ideas para trabajar nuevas oportunidades para las mujeres”.

Sin embargo, la autoridad superior explicó que el cambio cultural que demandan los movimientos feministas no se puede resolver en un año, entendiendo el contexto histórico, y que “la propuesta de cuotas siempre es peligrosa si no está acompañada de una cultura de mérito. Uno puede fijar pisos, algo más realizable, para garantizar que uno vaya a discernir acorde a los méritos académicos o administrativos de la persona postulante. Además hay que tener cuidado, por ejemplo, en los concursos ya que de las 20 postulaciones que recibimos, una sola mujer que tiene doctorado en historia. Si no se genera desde las bases, es muy difícil realizar esfuerzos de equidad de género, cuando no va acompañado de postulaciones previas”.

En la misma línea Magdalena Vergara, investigadora del centro de estudios Acción Educar, dijo que “cualquier iniciativa que apunte a reducir las brechas de género que existen en nuestro sistema de educación, es positiva. Sin embargo, algunas propuestas son difíciles de llevara cabo. Por ejemplo, la acción que se refiere a que los órganos directivos de las instituciones deberán estar conformados con al menos un 40% de mujeres, puede resultar inaplicable, pues no todos los planteles usan el mismo sistema para conformar sus órganos de administración superior.

La investigadora añadió que “hay casos en que los miembros de los órganos directivos son elegidos por los mismos profesores, por lo tanto, la institución no es responsable de quienes finalmente son los elegidos”.

María Olivia Recart en tanto, apuntó a que “cada institución tendrá sus ritmos y sus propias oportunidades y desafíos. Lo importante es centrarse en avanzar, porque en temas de género siempre tenemos que seguir adelante. Nosotros como UST estamos bastante avanzados con respecto a otras instituciones, pero sentimos que de todas maneras, podemos continuar nuestro desarrollo promoviendo la igualdad”.

Principales puntos del acuerdo

Política de equidad: En un plazo de seis meses, los planteles deberán tener un documento que contenga compromisos, nietas y acciones que promuevan la equidad de género.

Cuotas en cargos: Las instituciones deberán tener representación femenina en sus órganos superiores, incluyendo al menos un 40% de mujeres en directorios, consejos o juntas directivas.

Mujeres candidatas: Los planteles deberán asegurar que en los procesos de búsqueda de candidatos a rector o elección de ternas o de grupos de candidatos, se incluya al menos una candidata mujer.

Informar cifras: En la plataforma ministerial, deberán informar nómina de autoridades unipersonales, de decanos y participación de académicas mujeres, en porcentaje del total de académicos.

Plazos adicionales: Los planteles con carrera académica deberán contemplar, para el caso de las académicas que sean madres, un plazo adicional para ascender en la jerarquía académica.

Promover igualdad: Las universidades deberán promover la equidad e igualdad de condiciones entre hombres y mujeres a través de seminarios, foros, charlas y campañas de difusión.

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