LUN: Lista de las universidades, IP y CFT que han dejado de funcionar

• 9 de Enero, 2020

El IP Vertical acaba de anunciar su cierre voluntario. Otros 4 planteles tienen fecha de cierre definitivo para este año.

‘Instituto Profesional Vertical S.A., luego de 9 años en la formación de profesionales de la naturaleza, anuncia su cierre progresivo voluntario, el cual se efectuará conforme a la Ley 21.091 de Educación Superior’. El texto, publicado en la página web del IP vertical, da cuenta del fin de la institución que inició sus actividades en 2011. Su foco estaba en carreras relacionadas con el ecoturismo y el deporte aventura; por sus aulas pasaron en total alrededor de 460 alumnos, según datos del Consejo Nacional de Educación (CNED).

Por: Óscar Valenzuela.

Vertical se encontraba en proceso de ‘licenciamiento’; es decir, era una institución privada que no había logrado su plena autonomía, por lo que estaba bajo la tutela del CNED. ‘Ellos voluntariamente concurrieron al consejo y presentaron un programa de cierre’, explica Pedro Montt, presidente del consejo. Este cronograma es muy importante, ya que una institución no deja de funcionar de la noche a la mañana. Primero se revoca su reconocimiento oficial y posteriormente se fija una fecha para terminar los procesos académicos de los alumnos que aún están cursando carreras al momento en que se determina el cierre.

‘Una cosa es cerrar la institución -que significa que no acepta matrículas de primer año- y otra cosa es que el conjunto del estudiantado bajo su cargo concluya los procesos académicos, ya sea reubicándose en otras instituciones o concluyéndolo en la propia institución que está cerrando’, aclara Montt. De ahí que actualmente existen casas de estudio que se encuentran en proceso de cierre (ver tabla). Hay cuatro planteles que tienen fecha de cierre definitivo para este año y tres para el 2021; otros dos dejaran de funcionar el 2022.

¿Y los títulos?

Otra obligación de un plantel que se termina es dar aviso de su decisión a todos quienes alguna vez estuvieron matriculados en sus registros. ‘Su responsabilidad es comunicar a los estudiantes que se han retirado, por ejemplo, que como la institución se va a cerrar, tienen la oportunidad de concluir sus programas si así lo desearan’, agrega Pedro Montt.

Parte del proceso del cierre consiste en respaldar los datos de la vida académica de todos los titulados y entregarlos al Mineduc, para que sigan existiendo una vez que el plantel no continúe operando en un lugar físico. ‘Si un estudiante quisiera tener la documentación que certifique su título, todo eso lo va a poder solicitar por los conductos regulares del Mineduc.

El instituto dejó de existir, pero el titulo está otorgado y es reconocido por el Estado’, recalca el presidente del CNED. En el portal de la Subsecretaría de Educación Superior (https:// bit.ly/39SnbFN) se realiza el trámite para pedir documentos de universidades, IP y CFT que dejaron de existir.

Toma peso la acreditación

Aunque los casos más bullados de cierre corresponden a planteles en profundas crisis -como la U. del Mar, cuyo reconocimiento se revocó en 2013 y se cerró definitivamente en 2019- hay una buena cantidad de casas de estudio que han cerrado silenciosamente en los últimos años. Un factor que explica muchos cierres recientes es que este 2020 comenzó a regir la acreditación obligatoria (hasta ahora era voluntaria).

‘Tanto la creación de la Superintendencia de Educación Superior como la exigencia de una acreditación institucional obligatoria buscan fortalecer el sistema mejorando la calidad. En ese sentido, habrá ciertas instituciones que ya sea por sostenibilidad financiera o por faltar ciertos requisitos mínimos de calidad puedan terminar cerrando’, opina Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar. ‘Ahora, las garantías mínimas que se exijan de calidad, que en definitiva es un resguardo para los propios estudiantes, no pueden terminar significando la exclusión de ciertos proyectos.

Se deben guardar las garantías mínimas de calidad, pero también resguardar la diversidad del sistema. En definitiva, no le podemos pedir lo mismo a un CFT pequeño de 30 alumnos, que hace muy bien su trabajo, que a un IP masivo con presencia en todo el país. Por eso son muy relevantes los criterios y estándares de calidad que se definan y que actualmente están en elaboración’, concluye.