Estrategia del gobierno, anunciada hace unas semanas, apunta a fortalecer rol de los planteles estatales. Aún no ha definido distribución.
Una de las principales medidas que involucra el proyecto de ley de Fortalecimiento de las Universidades del Estado, dispuesto por el Ministerio de Educación hace algunas semanas, tiene que ver con la inyección de $ 1 50 mil millones a los planteles estatales durante los próximos diez años, los cuales provendrán de un crédito otorgado por el Banco Mundial.
Pese a que recién la semana pasada las autoridades académicas de estos planteles conocieron más detalles sobre la solicitud de los recursos en una reunión en el Mineduc, aún no existe claridad de cuántos recursos recibirá cada institución.
El centro de estudios Acción Educar estableció una serie de parámetros que podrían determinar cuánto dinero recibirá cada una de las 18 universidades estatales, entre los que se encuentran la asignación del “Convenio Marco” y distribución de la asignación variable del Aporte Fiscal Directo. En el caso de la Universidad del Bío-Bío (UBB), el estudio calcula que el aumento de los recursos bordearía el 17%, equivalente a nueve mil 105 millones de pesos en los próximos diez años.
Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, explicó que “el estudio busca, entre otras cosas, establecer si es pertinente o no que un solo grupo de universidades reciba tantos recursos. La otra inquietud que surge tiene que ver con los criterios con que se definirá cada asignación para los planteles estatales, ya que el Mineduc aún no es claro sobre la forma en que se entregarán estos $ 150 mil millones”.
Fondos dispares
El estudio da cuenta también de las diferencias que existirán entre los montos que cada plantel estatal recibirá durante la próxima década. Mientras la Universidad de Chile obtendría $24 mil millones (6% más de los aportes fiscales) y la Universidad de La Frontera recibirá $14 mil millones (17% más de los aportes fiscales), otros planteles como la Universidad de Ata-cama y Playa Ancha recibirán cinco y seis mil millones de pesos, respectivamente, para los próximos diez años.
Respecto a ello, Raúl Figueroa expuso que “como no existe una claridad absoluta en la entrega de recursos, si se priorizarán aspectos de calidad o trayectoria, se pueden generar confusiones respecto a cuántos dineros se entregarán. El Gobierno ha tenido des-prolijidad e improvisación a la hora de asignar fondos, como ocurrió con la gratuidad. Ya vimos que la misma Universidad de Chile expuso su rechazo al proyecto de ley”.
ASIGNACIÓN CLAVE
Francisco Gatica, vicerrector de Asuntos Económicos de la UBB, detalló que la entrega de estos recursos será clave para el desarrollo estratégico de la casa de estudios en la próxima década. “En un encuentro con el Mineduc se nos informó de los alcances de este plan de fortalecimiento, ajeno al Convenio Marco, donde se comprometen recursos que se asignarán según el cumplimiento de ciertos indicadores estratégicos y con objetivos transversales para armar redes vinculantes o temáticas, junto a proyectos específicos de cada institución”, expuso.
Además, Gatica planteó que una de las condiciones fundamentales es que los recursos asignados estén relacionados con proyectos de vinculación a nivel regional: “Esto viene a complementar el trabajo que la universidad ha hecho en la Región, considerando que son un puente y vía de acceso directo con cada zona del país para su fortalecimiento”.
La autoridad académica también enfatizó que como estos recursos son escasos, la decisión tiene una connotación política, al “instalar en la discusión presupuestaria el aporte a las universidades estatales, por lo que ha tenido una buena recepción de los rectores, ya que permite avanzar en varios aspectos”.